Juan José Tamez.
Río Bravo, Tamps.- Lejos pero, demasiado lejanas se encuentran las aspiraciones de estar dentro de los ocho mejores de la tabla general para la oncena de los Abogados, no han encontrado el ritmo ni el caminito de las victorias y al tener como adversarios a los del Deportivo Río Bravo, nuevamente vuelven a morder el polvo al caer por cartones de 2-1; desafío dentro de las acciones de la Liga Municipal de Futbol de Veteranos.
Tal como dice la canción de Roberto Carlos, *caminante no hay camino, se hace camino al andar*, desafortunadamente todo ha sido al revés por los hombres dedicados a aplicar la ley, hilvanan el eslabón número trece a su larga cadena y dentro de las catorce jornadas jugadas, solamente un triunfo tienen en su haber, manteniéndose en las frías profundidades del sótano, contabilizando apenitas tres unidades.
Alfonso *mudo* Castañeda, director técnico de los Abogados y Crescencio García Ocañas del Deportivo Río Bravo, jugaron con un esquema de 3-4-3; solamente que el trébol de la suerte y las mejoras aplicaciones dentro del terreno de juego *Pedro Gómez* se dieron para los riobravenses.
ÁLVAREZ – ÁVILA.
El grito de gol, escapó de las gargantas de los seguidores del Deportivo Río Bravo, al minuto veinticinco; José. L. Rosales, toma el balón despejado por su arquero Everardo Hernández, la conduce, al notar que Hugo Álvarez se encuentra desmarcado, le da un servicio bombeado, la adelanta con la testa, llega primero a ella antes que el defensa, azotando la de gajos en beso amoroso con la red, el vuelo del arquero Miguel Chávez es completamente inútil.
Fernando Gallardo, es derribado en los linderos del área, el arbitro Leopoldo Rivera, marca la falta; Fernando Gallardo es el encargado de cobrarla, la toca suavemente a su costado derecho, disparando Mario Ávila con su pie derecho.
NO SE VALE.
La escuadra de los Abogados, rápidamente se quejaron con el arbitro Leopoldo Rivera, al entrar de cambio Martín Puebla Ballesteros, rápidamente emitió el sonido de su ocarina, indicando que el juego había terminado, sin embargo, Castañeda y García Ocañas, estuvieron de acuerdo, consultaron sus relojes, faltaba por jugarse nueve minutos de juego, más el tiempo agregado, y eso simple y sencillamente tal como comentaron los veintidós jugadores, no se vale, pero no se vale.
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